Alcanzar los objetivos, lograr la estabilidad en el equipo y desarrollar profesionalmente a los participantes de un proyecto son en gran parte resultado de un buen liderazgo. Pero, ser líder no es una tarea fácil, sobre todo si partimos del principio básico: nadie nos enseña a ser líderes. Todos hemos tenido un jefe al cual nos gustaría darle un par de consejos para mejorar la manera en la que guía al equipo; pero ¿qué pasa cuando eres tú quien ocupa ese lugar?
A continuación te presentamos una lista de errores que debes evitar cometer cuando te encuentres al frente de un equipo de proyectos:
1. No eres eficaz
¿Te ha pasado que el tiempo no te alcanza para terminar tus actividades y que en varias ocasiones no logras llegar a tu fecha compromiso? La razón principal por la que esto sucede es porque no estás siendo un líder eficaz.
Se piensa erróneamente que para llevar un buen liderazgo es necesario tener reuniones continuamente. Déjame decirte que este pensamiento es equivocado; las reuniones deben hacerse con cierta periodicidad, pero además, deben ser concisas y encaminadas hacia objetivos claros y con la finalidad de revisar puntos clave.
Recomendaciones:
Enlista los objetivos y puntos clave de cada reunión.
¡No pierdas el enfoque dentro de las reuniones!
Otro error común es intentar abarcar demasiadas cosas en poco tiempo, a tal grado que no te das abasto y al final acabas por no terminar con las actividades, o bien las completas sin la calidad necesaria. La clave es tener procesos bien establecidos y evitar tareas innecesarias. Por eso tu función como líder para fomentar la eficacia es priorizar las actividades y ocupar el tiempo eficientemente.
Recomendaciones:
Genera un calendario de tareas con sus responsables.
Agrega información relevante a cada tarea como fechas de entrega y prioridad.
2. Tienes mala comunicación
Hoy en día tenemos a la mano muchas herramientas que nos ayudan a comunicarnos; sin embargo, el no usarlas de manera adecuada puede ocasionar mensajes erróneos. Cuando la comunicación se vuelve siempre impersonal, y solo usas el correo como herramienta para atender asuntos importantes, puedes provocar que el mensaje deje de ser transmitido con claridad.
Un líder debe ser capaz de transmitir correctamente las expectativas y los procesos que deben desarrollarse. Esto generará claridad y estabilidad en el equipo y evitará retrasos en el proyecto. Por el contrario, cuando existe mala comunicación, se genera una baja productividad; adicional a esto, puede ocasionar frustraciones y desmotivación en los miembros del equipo.
Recomendaciones:
Establece canales de comunicación eficientes, asegurándote de ser escuchado y entendido.
Aporta retroalimentación sobre el desarrollo de las labores que permita a los miembros del equipo medir su desempeño.
Prioriza la comunicación cara a cara para atender los asuntos más importantes. Esto favorece el diálogo y el intercambio de ideas; claro, sin olvidar los consejos del punto 1 de este artículo.
3. No delegas
Un fallo imperdonable de cualquier líder es confundir la delegación de tareas con dar órdenes. Ordenar tiene que ver con asignar una tarea mientras que delegar conlleva implicar al responsable en la obtención de resultados. Cuando delegas el trabajo no solo puedes enfocarte en otros temas, sino además, envías a tu equipo el mensaje de que confías en ellos para ejecutar las actividades y que conoces sus habilidades, las respetas y por lo tanto, sabes que te entregarán un trabajo bien realizado.
Recomendaciones:
Aprovecha e identifica las habilidades de cada miembro del equipo asignando correctamente las responsabilidades.
Explota los conocimientos y habilidades que tu equipo ya posee, pero también potencializa su talento con nuevos retos.
4. Huyes del cambio
Por naturaleza el cerebro humano actúa a la defensiva ante la sensación de incertidumbre generada por el cambio, por lo que tendemos a paralizarnos. Muchos líderes motivan a la gente a permanecer en la zona de seguridad, sin considerar que el costo que se paga por la resistencia al cambio puede ser la existencia de la propia organización.
Como líder tienes que ser el motor del cambio y fomentarlo en tu equipo.
Recomendaciones:
Recompensa las nuevas propuestas. De esta manera lograrás un crecimiento profesional en cada miembro del equipo.
Cultiva una permanente proactividad para cambiar y mejorar las cosas.
5. No cuentas con un sistema de seguimiento
¿Qué nos falta por hacer en nuestro proyecto y dónde estamos parados? Son preguntas que nos interesa conocer todos los días y de las cuales pocas veces conocemos la respuesta. Sentirse a gusto sólo con estar informado por correo o preguntar de vez en cuando “¿qué hay de lo mío?” no significa tener un sistema de seguimiento. No te conformes con un resumen esporádico del equipo y crea una estructura que te ayude a coordinar y comprobar si los objetivos se cumplen. Esta estructura debe tener la particularidad de darte la visibilidad de los resultados actualizados y sin que sea necesario que alguien del equipo esté ahí para explicarte lo que significa cada resultado.
Recomendaciones:
Evita la incertidumbre, deja claro las métricas y objetivos a los que se dará seguimiento en cada reunión.
Utiliza soluciones tecnológicas que te permitan visualizar los resultados obtenidos.
Si quieres saber que herramientas utilizar para mejorar el liderazgo en tu empresa, visita nuestro sitio web www.orkesta.net o bien, contáctanos a info@orkesta.net para brindarte atención personalizada.